Yo.

Dicen que aquí hacen un buen pastel de manzana, ¿es cierto?

Si me dieran a elegir un postre cada noche, ése sería una porción de apple crumble o un cuadrado de manzana. Actualmente estoy en una especie de campaña buscando el apple crumble perfecto, al menos para mi gusto (¿acaso no es todo subjetivo?).

La primera que probé es la de Humbertina que, por suerte, queda muy cerca de mi casa. Humbertina es un local dedicado exclusivamente a pastelería y se nota en la calidad de su apple crumble: el relleno es una pasta de manzana azucarada y el crumble es duro pero no tanto que no se pueda masticar. La masa, la parte más difícil de que me guste de la torta, es extrañamente deliciosa y nunca dejo ni una miga. Se le nota en el crumble un sutil gusto a canela nada invasivo. Definitivamente, mi favorita.

De Humbertina

De Humbertina

Otra en mi lista es la de Amelia. Esta tiene la particularidad de que cuenta con avena en el topping. El relleno es lo realmente bueno: también es una pasta de manzana muy rica. No está mal, pero ya no la pido cuando voy. Será que tienen muchas otras cosas ricas para probar en el menú.

En Pauline tienen dos opciones con manzana: una es un cuadrado de mil hojas (no, gracias) y la otra es, efectivamente, un crumble. El crumble propiamente dicho brilla por su ausencia: es rico pero pobre. El relleno está hecho por rodajas muy finitas de manzana verde que se separan al cortarla. La masa no es muy agradable que digamos, al menos no comparada con otras masas que probé ahí mismo. Es la que menos me gustó hasta el momento.

De Pauline

En Lola’s cupcakes tienen un cuadrado de crumble. Aunque su especialidad son, obviamente, los cupcakes, saben manejarse muy bien con esta torta. El relleno es tipo puré de manzana, la masa es húmeda y rica y el crumble, crocante. Quedé muy conforme. Además, el cuadrado es bastante generoso en cuestión de tamaño.

De Lola’s cupcakes

Fuera de Ramos tenemos Terrazza, en San Miguel. Su torta de manzana (es la manera correcta de decirla en este caso) tiene un delicioso topping y, aunque su relleno también esté en rodajas, son más pedazos más gruesos que los de Pauline y con un sabor más dulce. Me recuerda a las tortitas de manzana que hacía la abuela de Juan, de las que comí tantas que terminé enferma.

Por último, en Palermo está La Panera Rosa, un lugar muy femenino, ya desde el nombre hasta la decoración. El apple crumble que ofrecen es húmedo, con una buena masa y un crumble a la altura. Y, vale la pena destacarlo, es una porción de torta bastante grande.

De La Panera Rosa

De La Panera Rosa

Ésas son mis aventuras por el momento en la búsqueda de la torta de manzana perfecta. Hasta ahora, Humbertina gana por goleada. Espero conocer pronto nuevos lugares y ampliar mis horizontes.

Después de la Tierra Media, de los hechiceros, el mundo mágico y sus criaturas, de los vampiros y los hombres lobo, ha llegado la nueva plaga en la ficción para jóvenes adultos – la ciencia ficción distópica. Parece que todo el mundo y su hermana están escribiendo historias sobre un futuro en el cual, por tal o cual motivo, la humanidad se encuentra esclavizada o estratificada después de alguna suerte de evento apocalíptico de dimensiones globales.

Red Rising

Red Rising

Una de los últimos ruidos de la literatura para jóvenes adultos es la trilogía Red Rising (Amanecer Rojo). Con cientos de miles de ejemplares vendidos y con un acuerdo de siete cifras con Universal para desarrollar sus películas, Pierce Brown ha cosechado decenas de buenas críticas y entrado a la lista de bestsellers del New York Times. Habiéndose publicado dos de sus libros – Red Rising y Golden Son -, se espera el cierre de la trilogía, Morning Star, para el segundo trimestre del 2016.

¿Pero de qué va el libro? (Nota: Como ahora la gente necesita que le aclaren que una reseña usualmente contienen «spoilers», comento que a continuación se discutirán detalles de la trama). Los críticos lo describen con frases como «La mezcla de Los Juegos del Hambre y Game of Thrones» o «Ender, Katniss y ahora Darrow». Ni.
La premisa es sencilla – luego de que la Tierra dijera «No más», la humanidad se ha expandido a lo largo del Sistema Solar y, para poder colonizar, ha dividido a la sociedad en castas modificadas genéticamente. A cada casta le corresponde un color, y cada color representa una función específica en la división social del trabajo. Nuestro protagonista, Darrow, es miembro de los Rojos, mineros del escalón más bajo de la sociedad que viven en colonias bajo la superficie de Marte y que se dedican a extraer el mineral necesario para el proceso de terraformación que, supuestamente, permitirá hacer habitable al planeta.
Luego de una serie de eventos y de la aparición de un grupo terrorista X, el joven descubre que Marte hace rato que se volvió habitable, que el resto de los colores, liderados por los Dorados (fuertes, bellos, rápidos, perfectos, etc, etc, etc), vive entre lujos en ciudades rodeadas por valles, montañas, y bosques. En busca de venganza por la muerte de su esposa, su tarea en el grupo terrorista será infiltrarse entre los líderes de la sociedad y hacerla caer desde adentro. Para eso, atraviesa un proceso de modificación corporal que lo convierte en uno de sus enemigos y entra a la Academia, una suerte de Juegos del Hambre para descubrir y formar política y militarmente a la crème de la crème.

No se engañen – el libro no es una obra maestra. No sé dónde está toda la «estrategia militar» que ven los críticos, porque el libro falla donde lo hacen la mayoría de los dedicados a este género – parece un resumen colgado en Wikipedia. Todo sucede muy rápido, hay pocos detalles o pasa por arte de magia. Hay mucha más casualidad que causalidad. El desarrollo de personajes es ínfimo, las emociones del personaje son chistosas. Los giros argumentales no sorprenden mucho y se ven a kilómetros de distancia.

Los orígenes de esta sociedad y su organización, lo que en mi opinión podría ser lo más rico del libro, se desarrollan muy poco y hay que recurrir a la página oficial del libro para terminar de entender un poco.
Los personajes utilizan distintos sociolectos según el «nivel de sus colores», estando el más alto plagado de palabras grandilocuentes y referencias constantes a griegos y romanos que parecen sacadas de los sueños de los intelectualoides. Me causan diarrea.

Pero lo peor de todo, lo que más me molestó mientras lo leía, es el nivel de misoginia que hay en el escrito. Los personajes femeninos (salvo el interés amoroso del protagonista, que termina siendo capturada y rescatada, por supuesto, y alguna que otra guerrera) están de relleno, son débiles, torpes y terminan, casi siempre, violadas. Darrow detesta que el «hombre ceda ante sus instintos animales» y termina ejecutando a un violador, pero perdonando a otro para no perder a su ejército.
Además, se repiten constantemente frases que asocian lo femenino con lo débil y lo inútil, y todos los hombres que no se hallan a la altura de las circunstancias son tildados de afeminados. Incluso la risa de un personaje irrita porque es «algo femenina».
Y considerando que todo está narrado por el protagonista del libro, no estamos frente a una crítica de cómo los Dorados se comportan, porque se mezclan las reflexiones propias con las ajenas (aunque, nobleza obliga, Darrow expresa algunas veces que no sabe si sigue siendo el de siempre o si ya es parte de ellos).
Pero, ¿qué podemos esperar de alguien que pone al Ender’s Game de Orson Scott Card como una de sus inspiraciones?

Red Rising es un libro que sirve para pasar el rato, pero que puede causarles un par de dolores de cabeza. Con el potencial para desarrollar un universo mucho más rico y complejo que el de otras sagas (como Divergente, no la lean), se queda a mitad de camino, al menos en esta primera entrega. Navegando por Goodreads y otros sitios de lectores, me encontré con opiniones parecidas a las mías, pero que comentan que en el segundo libro, la cosa cambia. Aparentemente, el autor se redime y disminuye el nivel de basura patriarcal. Tendré que leerlo para creerlo.

Vinicius e amigos

Vinicius e amigos

 

Vinicius de Moraes fue poeta, músico y diplomático. Su incursión en la música ayudó a que se creara la que ahora conocemos como bossa nova, aquella fusión entre la samba y el jazz. Por haber sido tan importante para la música brasilera -y la música en general, si me lo permiten-, decidí hablar de este compilado que, como todos, dejó algunas cosas afuera pero también es una buena selección.

Abre con Apelo, una bossa nova triste que tiene a de Moraes recitando un poema en el medio, uno de esos recursos que tan bien se le daban, como bien sucedió también en Para viver um grande amor.

Canto de Ossanha comienza con un rasgueo de guitarra un tanto misterioso, que se transforma en una melodía alegre en el estribillo pegadizo. Otro tema con un rasgueo interesante de guitarra es No colo da serra, que tiene también un coro interesante y una melodía muy agradable.

La casa es una canción infantil y un poco cómica que perteneció a su único libro para niños, publicado en 1970. Cuenta con un coro de chicos que le da un toque algo creepy, para ser honesta.

Mulher sempre mulher y Samba da rosa están juntas en el tracklist, lo que es bastante coherente, ya que son dos sambas bastante similares.

Eu sei que vou te amar es una de sus canciones más conocidas (junto a Garota de Ipanema que, extrañamente, quedó fuera de esta selección). Su fama es bien merecida: ofrece una poesía simple y una melodía dulce en la hermosa y sentida voz de Maria Creuza. Después tenemos otra hermosa canción, Tomara, esta vez con Maria Medalha. También es una de mis canciones favoritas de Vinicius de Moraes por su melancolía.

A benção, Bahia sirve como un parate entre tanta tranquilidad. Es la fiesta del disco, tan solo comparable con Você errou.

Cotidiano Nº2 mantiene el ambiente azucarado pero sólo por la melodía. La letra está dedicada, como bien dice el título, a cosas cotidianas. Es ese hecho el que hace que ese tema sea tan lindo porque nos recuerda que en la cotidianeidad se puede encontrar algo de belleza.

Uno de sus poemas más conocidos, Como dizia o poeta, es también una de sus mejores canciones. «El que nunca curtió una pasión nunca va a tener nada», dice. Es simple pero efectivo, como solía ser Vinicius.

Cierra esta compilación Valsa para uma menininha que, con ternura y calma, nos duerme, pero en el buen sentido, no porque sea aburrida. Todo lo contrario: es una canción de cuna con el toque Vinicius y Toquinho. Preciosa.

Para conocer un poco lo que este gran artista de la música y la poesía aportó al mundo, éste me parece un buen comienzo. Incluso aunque no quieras salir de este compilado, está bien, porque es un buen resumen de todo lo que hizo musicalmente. Pero lo importante es que lo pruebes.

  1. Apelo
  2. Canto de Ossanha
  3. La casa
  4. No colo da serra
  5. Mulher sempre mulher
  6. Samba da rosa
  7. Para viver um grande amor
  8. Eu sei que vou te amar
  9. Tomara
  10. A benção, Bahia
  11. Cotidiano Nº 2
  12. Como dizia o poeta
  13. Você errou
    14. Valsa para uma menininha

Descripción gráfica de BiS

Si disfrutás de los grupos con voces y bailes pulidos, BiS (Brand-new Idol Society) probablemente no sea para vos. La única que se destaca vocalmente -y hasta ahí- es Pour Lui, quien era el cerebro detrás de este grupo de idols no convencionales.

Los ejercicios de resucitación fueron todo un éxito.

La actitud ante todo.

El objetivo era cerrar su carrera en el Nippon Budokan. Sin embargo, como dirían después, por las características de su show no podían hacerlo ahí y lo hicieron finalmente en el Yokohama Arena. Recordemos que los japoneses pueden ser muy distintos a nosotros en algunos aspectos y éste es uno de ellos: que haya miembros de un grupo idol que se toqueteen lascivamente, finjan estar muertas y le hagan ejercicios de resucitación, griten «TETAS TETAS TETAS» gratuitamente y animen al público a que hacer lo mismo, definitivamente no es lo más aceptado allá.
Lo que BiS Kaisan Live ~BiS Nari No Budokan~ ofreció fue todo eso y más durante las tres horas y media que duró el recital. Sí, tres horas y media en las que recorrieron casi todos sus temas con coreografías entre simples y malas, muy mal ejecutadas, hasta desganadas (a la hora se las notaba bastante cansadas).

Crowdsurfing

Crowdsurfing

Sin embargo, hay momento destacables como el de Chelsea, I wish I was special, IDOL is DEAD, FiNAL DANCE, iDOL (cuando una de ellas se tiró al público, nunca visto en un recital de este género), primal y la magnífica DiE.

El público lo dio todo

El público lo dio todo

Lo único que le puedo reprochar es que en las más de tres horas sólo tuvieron un outfit (horrible, como era de esperar, con retazos de ropa). que la edición era un tanto caótica, como era de esperar, y que no pusieron una banda en vivo, siendo que el tipo de música que hacían se prestaba a eso. Sin embargo, es uno de los recitales más interesantes que vi del movimiento idol por la falta de lugares comunes y una respuesta más que enérgica del público, como si estuviera en un recital de punk. En definitiva, un concierto de lo más entretenido.

Miren este cinnamon roll, demasiado puro para este mundo

Miren este cinnamon roll, demasiado puro para este mundo

Warpaint en concierto

Warpaint en concierto

Ayer se presentó por primera vez en el país la banda estadounidense Warpaint. El show fue parte del ciclo de conciertos gratuitos Converse Rubber Tracks Live organizado por la conocida marca de indumentaria y calzado y tuvo lugar, luego de cambiar el venue por la gran cantidad de público que no pudo obtener entradas (principalmente por la pésima organización de Converse y la productora), en el Teatro Vorterix.

Warpaint está integrada actualmente por Emily Kokal (vocalista y guitarrista), Theresa Wayman (vocalista y guitarrista), Jenny Lee Lindberg (bajista) y Stella Mozgawa (baterista). Con dos álbumes de estudio y tres EPs, su sonido fue descrito de muchas maneras: progresivo, lo-fi, shoegaze, «música de brujas emo», y esta imposibilidad de encasillarlas en un género es algo de lo que las chicas se sienten orgullosas.

Yo fui al show principalmente para acompañar a mi mejor amiga, fanática de la banda desde hace años y que siempre esperó con ansias que vinieran.

Llegué al Vorterix cansado y muy estresado, después de haber sufrido dos semanas para conseguir las entradas y con un conocimiento modesto de la banda. Siendo sincero, habiendo escuchado su discografía varias veces, sólo me habían terminado de cerrar unas seis o siete canciones. Además, tenía dos impresiones fuertes sobre la banda – la que daban en sus entrevistas escritas (un grupo que se tomaba muy en serio a sí mismo y que parecía un tanto hostil) y el que presumían sus fanáticos (un grupo de amigas que se dedicaban a mover el culo en el escenario al ritmo de una música oscura y sensual, bautizado cariñosamente como «las negras de mierda»).

Después cuatro horas de cola, ingresamos al teatro para seguir esperando. Cuando la espera se estaba tornando insoportable, comenzó el show de Postal, la banda soporte. Un pop/rock simpático, del que abunda en la escena nacional, que no pareció gustarle mucho al público, que se dedicaba a gritarles sarcásticamente y a pedirles que se fueran. Qué podemos esperar de un burro más que una patada.

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Finalmente salieron las chicas al escenario. Un vestido sobre jeans, un enterito de dénim, pelos sucios, un gorro de lana, una camisa,  un cárdigan negro, unas zapatillas naranjas y varios pares de botas cortas – ese aspecto que intenta mucho parecer despreocupado y jipón que compartían muchos de los presentes en el lugar.
Comenzó el show y quedé maravillado con todo lo que vi. Comprobé nuevamente que hay cosas que suenan bien en el estudio y otras que lo hacen mejor en vivo. Creo que la mística del recital y el intercambio cara a cara con estas mujeres hacen que la experiencia se complete, que cierre lo que, personalmente, hacía ruido.

Theresa Wayman

Theresa Wayman

Estando adelante de todo, bien contra la valla, no pude sacar los ojos de encima de Theresa. Siempre me pareció una mujer muy linda en las fotos y en los videos, pero excede todas las expectativas en persona – es realmente cautivante.

El show se desenvolvió entre movimientos sensuales, morisquetas entre compañeras de banda y la complicidad con un público, en palabras de la propia Wayman, sobreexcitado. Y es más que entendible, ya que la banda tiene fanáticos incluso desde antes de que hubieran sacado su primer álbum y que esperaban verlas en vivo al menos desde que visitaron Chile en el año 2011.

Las catorce canciones que tocaron en el recital se pasaron volando y las chicas de Warpaint dijeron adiós, pidiéndole al público que las trajeran de vuelta. No me cabe la menor duda de que la banda va a volver a tocar acá, el interés local quedó más que demostrado con estas semanas de expectación, con la locura por poder conseguir una entrada y por los incontables «Olé, olé, olé, olé guarpeint» que se escucharon en el Vorterix. Yo sólo espero que toda la gente que estuvo involucrada en la organización de este concierto esté lo más lejos posible.