Después de la Tierra Media, de los hechiceros, el mundo mágico y sus criaturas, de los vampiros y los hombres lobo, ha llegado la nueva plaga en la ficción para jóvenes adultos – la ciencia ficción distópica. Parece que todo el mundo y su hermana están escribiendo historias sobre un futuro en el cual, por tal o cual motivo, la humanidad se encuentra esclavizada o estratificada después de alguna suerte de evento apocalíptico de dimensiones globales.

Red Rising

Red Rising

Una de los últimos ruidos de la literatura para jóvenes adultos es la trilogía Red Rising (Amanecer Rojo). Con cientos de miles de ejemplares vendidos y con un acuerdo de siete cifras con Universal para desarrollar sus películas, Pierce Brown ha cosechado decenas de buenas críticas y entrado a la lista de bestsellers del New York Times. Habiéndose publicado dos de sus libros – Red Rising y Golden Son -, se espera el cierre de la trilogía, Morning Star, para el segundo trimestre del 2016.

¿Pero de qué va el libro? (Nota: Como ahora la gente necesita que le aclaren que una reseña usualmente contienen «spoilers», comento que a continuación se discutirán detalles de la trama). Los críticos lo describen con frases como «La mezcla de Los Juegos del Hambre y Game of Thrones» o «Ender, Katniss y ahora Darrow». Ni.
La premisa es sencilla – luego de que la Tierra dijera «No más», la humanidad se ha expandido a lo largo del Sistema Solar y, para poder colonizar, ha dividido a la sociedad en castas modificadas genéticamente. A cada casta le corresponde un color, y cada color representa una función específica en la división social del trabajo. Nuestro protagonista, Darrow, es miembro de los Rojos, mineros del escalón más bajo de la sociedad que viven en colonias bajo la superficie de Marte y que se dedican a extraer el mineral necesario para el proceso de terraformación que, supuestamente, permitirá hacer habitable al planeta.
Luego de una serie de eventos y de la aparición de un grupo terrorista X, el joven descubre que Marte hace rato que se volvió habitable, que el resto de los colores, liderados por los Dorados (fuertes, bellos, rápidos, perfectos, etc, etc, etc), vive entre lujos en ciudades rodeadas por valles, montañas, y bosques. En busca de venganza por la muerte de su esposa, su tarea en el grupo terrorista será infiltrarse entre los líderes de la sociedad y hacerla caer desde adentro. Para eso, atraviesa un proceso de modificación corporal que lo convierte en uno de sus enemigos y entra a la Academia, una suerte de Juegos del Hambre para descubrir y formar política y militarmente a la crème de la crème.

No se engañen – el libro no es una obra maestra. No sé dónde está toda la «estrategia militar» que ven los críticos, porque el libro falla donde lo hacen la mayoría de los dedicados a este género – parece un resumen colgado en Wikipedia. Todo sucede muy rápido, hay pocos detalles o pasa por arte de magia. Hay mucha más casualidad que causalidad. El desarrollo de personajes es ínfimo, las emociones del personaje son chistosas. Los giros argumentales no sorprenden mucho y se ven a kilómetros de distancia.

Los orígenes de esta sociedad y su organización, lo que en mi opinión podría ser lo más rico del libro, se desarrollan muy poco y hay que recurrir a la página oficial del libro para terminar de entender un poco.
Los personajes utilizan distintos sociolectos según el «nivel de sus colores», estando el más alto plagado de palabras grandilocuentes y referencias constantes a griegos y romanos que parecen sacadas de los sueños de los intelectualoides. Me causan diarrea.

Pero lo peor de todo, lo que más me molestó mientras lo leía, es el nivel de misoginia que hay en el escrito. Los personajes femeninos (salvo el interés amoroso del protagonista, que termina siendo capturada y rescatada, por supuesto, y alguna que otra guerrera) están de relleno, son débiles, torpes y terminan, casi siempre, violadas. Darrow detesta que el «hombre ceda ante sus instintos animales» y termina ejecutando a un violador, pero perdonando a otro para no perder a su ejército.
Además, se repiten constantemente frases que asocian lo femenino con lo débil y lo inútil, y todos los hombres que no se hallan a la altura de las circunstancias son tildados de afeminados. Incluso la risa de un personaje irrita porque es «algo femenina».
Y considerando que todo está narrado por el protagonista del libro, no estamos frente a una crítica de cómo los Dorados se comportan, porque se mezclan las reflexiones propias con las ajenas (aunque, nobleza obliga, Darrow expresa algunas veces que no sabe si sigue siendo el de siempre o si ya es parte de ellos).
Pero, ¿qué podemos esperar de alguien que pone al Ender’s Game de Orson Scott Card como una de sus inspiraciones?

Red Rising es un libro que sirve para pasar el rato, pero que puede causarles un par de dolores de cabeza. Con el potencial para desarrollar un universo mucho más rico y complejo que el de otras sagas (como Divergente, no la lean), se queda a mitad de camino, al menos en esta primera entrega. Navegando por Goodreads y otros sitios de lectores, me encontré con opiniones parecidas a las mías, pero que comentan que en el segundo libro, la cosa cambia. Aparentemente, el autor se redime y disminuye el nivel de basura patriarcal. Tendré que leerlo para creerlo.